Un estudio publicado en la revista 'Nature' concluye que el cráneo de
las aves modernas surgió a través de una secuencia de episodios
asociados al acortamiento de las trayectorias de crecimiento en
dinosaurios carnívoros (Terópodos).
Según informó la Universidad
Autónoma de Madrid (UAM), este fenómeno, conocido como pedomorfosis,
implica que la forma del cráneo aviario es -en términos generales- una
versión adulta de los cráneos juveniles de sus ancestros dinosaurianos.
Para
llegar a esta conclusión, un equipo multidisciplinar de científicos
utilizó una serie de técnicas digitales y estadísticas de medición de la
forma conocidas como técnicas de morfometría geométrica.
Gracias
a estas técnicas fue posible comparar la muestra más completa recogida
hasta la fecha de embriones juveniles y adultos de dinosaurios, tanto
fósiles como actuales, considerando a las aves como dinosaurios
modernos.
Además de especialistas de la Unidad de Paleontología
de la UAM, el equipo de investigación que firma el estudio incluye a
embriólogos de la Universidad de Harvard y a paleontólogos de las
universidades de Texas y Nueva York y del Museo Americano de Historia
Natural (EEUU).
El trabajo demuestra que aspectos físicos de las
aves modernas tan característicos como el tamaño corporal reducido, los
grandes ojos y los cerebros globosos (encefalizados) son el resultado de
al menos cuatro episodios sucesivos de acortamiento en el crecimiento
normal (desde el estado de embrión al estado adulto) de sus ancestros
los Terópodos.
Esto explica que los dinosaurios más primitivos
tuvieran secuencias de crecimiento más largas que las de sus
descendientes, acortamiento en tiempo de crecimiento que es muy evidente
en las aves.
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