domingo, 29 de enero de 2012

la pluma,clave evolutiva

Sabíamos que los dinosaurios eran animales sólo terrestres. En el Mesozoico el mar y el cielo eran dominio de reptiles marinos y voladores, y los mamíferos, poco más, que se limitaban a sobrevivir.
Luego descubrimos que los dinosaurios nunca se extinguieron, porque las aves eran un tipo evolucionado de dinosaurios terópodos maniraptores. Y es que muchos dinosaurios eran seres emplumados.
Ahora las investigaciones llevan la dirección contraria, buscando respuestas a la teoría de que, probablemente, fuese al revés, y que los dinosaurios fueran diversas evoluciones alternativas de unas aves primitivas que ya existían, por lo menos, desde los amaneceres del Triásico.
Así, quizá, los dinosaurios fueron un experimento evolutivo de gran éxito de unas aves emplumadas que nunca dejaron de estar ahí.
La masiva extinción de hace 65 millones de años acabó con todo animal de más de 25 kilogramos, lo que hizo regresar la diversidad dinosauriana a sus bases: las aves.
En realidad, ni el Mesozoico fue la era de los dinosaurios, ni el Cenozoico es la era de los mamíferos.
Desde hace al menos 260 millones de años no hemos dejado de estar en la Era de las Aves, ya que, hoy en día, ganan por goleada por número de especies y distribución geográfica y ambiental.
Un elemento tan cotidiano como una pluma, que visto globalmente es una mota de polvo en el matorral evolutivo, probablemente encierre la mejor solución que un vertebrado ha podido aportar a su éxito adaptativo.

sábado, 28 de enero de 2012

El ágil cuello del dinosaurio


Los dinosaurios del Jurásico Medio poseían un oído interno muy desarrollado, ojos y cabeza muy coordinados y una agilidad en los movimientos del cuello que les permitía buscar comida con facilidad. Esta es una de las conclusiones a la que han llegado investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), de la Ohio University, de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) y de la Humboldt-Universität zu Berlin, que han publicado un estudio científico que aporta datos inéditos sobre las habilidades en el movimiento del cuello y la cabeza del saurópodo Spinophorosaurus nigerensis, uno de los dinosaurios más completos y primitivos que se conocen.
Este ejemplar es el primero de esta especie que se identificó en 2009 tras haber sido extraído en Níger dentro del proyecto Paldes (Paleontología y Desarrrollo) del Museo Paleontológico de Elche. Tras el análisis de la caja craneana, la cavidad ósea que contiene el cerebro y la estructura del oído interno de este ejemplar de dinosaurio de hace unos 160 millones de años, los científicos han descubierto datos inéditos. Algunos de los científicos que han participado en este trabajo, Fabien Knoll (CSIC) y Francisco Ortega (UNED), han explicado en Elche las conclusiones del estudio que ha sido publicado en la prestigiosa revista americana PlosONE.
El objeto del trabajo se ha centrado en conocer algunas de las habilidades de este saurópodo a través del estudio de los restos fósiles que se hallaron en 2006 dentro de unas campañas de excavación en Níger del proyecto Paldes liderado por el Museo Paleontológico de Elche. El investigador de la UNED Francisco Ortega ha señalado que esa información "ha permitido concluir que este animal, que se caracteriza por tener un cuello largo, tenía un sistema muy preciso de posicionamiento de la cabeza y era muy ágil en sus movimientos del cuello para capturar el alimento".
Para analizar la caja craneana se ha utilizado la tomografía axial computarizada (TAC) y se ha reconstruido en tres dimensiones tanto la cavidad cerebral, como los nervios craneales, las venas, arterias principales y la estructura del sistema vestibular del oído. Ortega ha señalado que gracias a la conservación de la pieza y a las técnicas empleadas en el estudio han podido "proponer una de las descripciones más detalladas que existen de un cráneo de un dinosaurio". "Se ha logrado un detalle magnífico y es una de las partes posteriores del cráneo que mejor se conocen", ha añadido.

"Dinosaurios Asombrosos" con EL TIEMPO

Uno de los paleontólogos más importantes del mundo, el argentino Fernando Novas, dice que los dinosaurios no se han extinguido.
A pesar de que una explosión los acabó hace 65 millones de años, ellos siguen entre nosotros, toda vez que una paloma, un cóndor o un colibrí forman parte de su árbol genealógico. "Hasta una gallina es un dinosaurio", dice Novas, quien descubrió los restos del hermano mayor de las aves, el dinosaurio más cercano a los pájaros conocido hasta el momento y que él bautizó como Unenlagia.

Las historias sobre estos 'lagartos terribles', como han sido llamados por la ciencia, son interminables. Hoy, Novas y muchos otros paleontólogos siguen escarbando el suelo de los cinco continentes para hallar huesos y cualquier fragmento que dé pistas sobre cómo se comportaban.

Aún faltan muchas piezas para armar ese gran rompecabezas sobre los 'dinos', pero hay muchas certezas, como las que comenzará a publicar EL TIEMPO desde mañana con la colección 'Dinosaurios Asombrosos', una serie que se circulará todos los viernes y que incluye 15 réplicas de estos reptiles gigantes, 15 fascículos con información detallada sobre sus características y láminas autoadhesivas para completar un álbum que será entregado a los lectores con la primera edición.
Con esas imágenes, los niños y adultos podrán entender por qué el término dinosaurio alude al enorme tamaño que muchos de ellos alcanzaron. Si bien los primeros eran similares a un pavo, algunos de sus descendientes superaron el peso de diez elefantes juntos. Su extinción se produjo hace 65 millones de años, aparentemente cuando la Tierra fue impactada por un meteorito que produjo un cambio climático global que modificó sus hábitats.

Cada fascículo y la réplica del dinosaurio costará 13.900 pesos. La colección completa 199.000 pesos y 164.000 pesos para los suscriptores. El primero de ellos contará la historia del tiranosaurio rex (protagonista de la película Jurassic Park), un animal de cabeza descomunal y patas adaptadas para correr que lo ubicaron como uno de los depredadores más peligrosos de la historia. Podía medir 5 metros de alto y 13 metros de largo.

También se conocerán datos del triceratop, un cuadrúpedo más grande que un mamut, que pobló América del Norte hace 68 millones de años y que hacía parte de las manadas de herbívoros de ese continente. Fue uno de los últimos grandes dinosaurios que poblaron la Tierra antes de la extinción de fines del Mesozoico.

Otro de los protagonistas de la serie será el iguanodon, que vivió en Europa a mediados del Cretácico, unos 125 millones de años atrás. Era un herbívoro grande y robusto, que se desplazaba tanto en cuatro como en dos patas. Tenía numerosos dientes ubicados en largas hileras a los lados de la boca, cada uno de ellos similar al de las iguanas, pero mucho más grandes.

'Dinosaurios Asombrosos' también se podrá adquirir en puntos de venta de EL TIEMPO o solicitar a los teléfonos 3535338 y 01 8000 111 845 (línea nacional gratuita).

Su creación fue avalada por la firma Discovery  y tuvo la asesoría del colombiano Bernardo Salamanca, el creador  de 'Gondava, el gran valle de los dinosaurios', un parque paleontológico situado en Sáchica (Boyacá), muy cerca de Villa de Leyva, y en el que se explica, al igual que en esta serie de fascículos, toda la complejidad de estos animales asombrosos

Dinosaurios de hace 190 millones de años poseían instintos maternales

Sus instintos maternales eran similares a los de aves o reptiles modernos


Un grupo de investigadores ha establecido que dinosaurios que existieron hace 190 millones de años tenían complejos instintos maternales similares a los de aves o reptiles modernos gracias a un conjunto de nidos fosilizados localizado en Sudáfrica.
El estudio, divulgado en la revista médica "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS), muestra que incluso en los primeros momentos de la existencia de los dinosaurios, ejemplares de la especie Massospondylus ponían sus huevos de forma comunitaria en un mismo lugar generación tras generación.
"Ahora podemos argumentar que tenemos evidencia no sólo de que el yacimiento es el centro de nidos de dinosaurio más antiguo del mundo sino el centro de nidos más antiguo de cualquier vertebrado terrestre", afirmó hoy el profesor Robert Reisz, de la Universidad de Toronto, durante la presentación del estudio en el Museo Real de Ontario en Toronto.
Estos dinosaurios no se sentaban encima de sus huevos
Los recién nacidos permanecían en el nido hasta que duplicaban su tamaño.
"Hemos sido capaces de ver que todos los huevos están puestos en una sola capa, que es algo que hacen las aves. Pero estos dinosaurios no se sentaban encima de los huevos, como hacen las aves", explicó Reisz.
Según Reisz, hasta ahora sólo se tenía constancia de un comportamiento reproductivo similar entre dinosaurios en las etapas finales de su existencia sobre la Tierra, hace unos 65 ó 70 millones de años por lo que el hallazgo retrasa en más de 120 millones de años estos instintos.


TERRA NOVA


El canal Fox estrenará el jueves y con episodio doble,Terra nova, ficción protagonizada por el veterano Stephen Lang y que lleva el sello del de Steven Spielberg.
Rodada en Australia y con un equipo de producción de la envergadura de una película de Hollywood, la serie ha reunido a prestigiosos nombres de la industria entre los que destacan el del propio Spielberg o el de Peter Chernin, máximo responsable de 20th Century Fox, los dos entre los nueve productores ejecutivos con los que cuenta la serie, a los que se suman más de 250 miembros del equipo técnico y más de 150 actores.
Terra Nova es una vuelta de tuerca del género de la ciencia ficción que tiene como antecedentes películas de la talla de Parque Jurásico, Avatar oStargate. Ambientada en el año 2149, en un futuro apocalíptico de ciudades superpobladas, falta de oxígeno y escasez de productos naturales, la serie propone una única salida al futuro de la humanidad.
Ese experimento para salvar la especie se basa en una tierra prometida -la Terra Nova que da título a la ficción-, a la que sólo unos cuantos elegidos podrán desplazarse viajando en el tiempo 85 millones de años atrás, lo más parecido al Edén, un paraíso de aire limpio donde podrán respirar, recuperar alimentos que ya no sabían ni que existían y empezar de nuevo. Sólo hay una pega: tendrán que convivir con los dinosaurios.
La doctora Elisabeth Shannon (Shelley Conn) es reclutada por el gobierno para que viaje a Terra Nova para formar parte del equipo médico de la colonia. Pero su marido, Jim Shannon (Jason OMara), no podrá acompañarla por estar en prisión al haber escondido a su hija pequeña Zoe (la situación es tal que hay topes de natalidad que deben cumplirse por encima de todo). Elisabeth no quiere perder una oportunidad y quiere viajar en el tiempo con toda su familia, así que deciden burlar las estrictas medidas de seguridad para viajar juntos a Terra Nova.
La familia Shannon al completo, el matrimonio y sus tres hijos -la pequeña Zoe, Josh (Landon Liboiron) un rebelde de 17 años y Maddy (Naomi Scott) de 15-, llegarán a Terra Nova, donde encontrarán que las reglas las marca el comandante Nathaniel Taylor (Stephen Lang), responsable de que nuevos habitantes cumplan con sus nuevas tareas y salgan de los límites permitidos, donde acechan dinosaurios letales y otros peligros.

la guarderia de dinosaurios del pasado

Huevos, embriones y huellas de dinosaurios. Es el nido más antiguo de estos gigantes jamás descubierto, de 190 millones de años. Ha sido hallado en una excavación en Sudáfrica y los científicos creen que puede arrojar luz sobre el complejo comportamiento reproductivo de los primeros dinosaurios.
En el nido se pueden observar decenas de huevos de Massospondylus, una especie que vivió a principios del Jurásico.
El estudio, publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), proporciona la evidencia de que las crías se mantuvieron en el sitio de anidación el tiempo suficiente para por lo menos duplicar su tamaño.